Los dos años de pandemia han dado protagonismo al bienestar en la empresa. La enfermedad, la ansiedad, la inestabilidad y los grandes cambios laborales han creado un ambiente de estrés que hay que gestionar adecuadamente, pero… ¿cuáles son realmente las preocupaciones de las personas en cuanto a su bienestar? En Cataliza hemos realizado una encuesta para conocer qué es lo que realmente preocupa a los trabajadores y qué iniciativas son las más valoradas, destacamos a continuación algunas conclusiones interesantes.

Preocupaciones detectadas

Tras años de apostar corporativamente por la promoción de la salud, una de las principales preocupaciones que detectan hoy diversos estudios sobre el bienestar en la empresa, como el de Cobee, es la de disponer de entornos seguros en el trabajo. Nos hemos dado cuenta de lo importante que es estar sanos y queremos que la empresa lo tenga en cuenta. Para el 72,84% de los encuestados en el citado estudio, el bienestar y la salud es el tema que más les preocupa.

La salud mental es hoy otra prioridad. El aislamiento personal, la pérdida de personas cercanas y de relaciones cotidianas familiares o de amigos, el miedo a la enfermedad o la muerte, la ansiedad ante los cambios laborales… nos enfrentamos a temas serios que hay que aprender a gestionar. Se habla de apatía social surgida de tanto cansancio emocional. Los datos de nuestro estudio confirman esta tendencia, dado que lo relativo a la salud mental y emocional aparece como una de las principales preocupaciones.

La preferencia o no por el teletrabajo es un nuevo factor que tener en cuenta. La mayoría de trabajadores han probado la experiencia y descubierto que son más productivos, o menos, con esta modalidad laboral. La dirección deberá plantearse cómo integrarlo en los próximos años no sólo en términos de productividad, sino de bienestar personal. En nuestro estudio el teletrabajo aparece tanto en la lista de las preocupaciones, como de las acciones valoradas positivamente.

Relacionado con este tema, está surgiendo además una reclamación inédita: la desconexión mental. O el derecho a desconectar de whastapps, mails o videollamadas fuera del horario laboral. Las personas se han vuelto mucho más conscientes del equilibrio que desean entre su vida personal y profesional.

También, como novedad, los trabajadores -y especialmente los nativos digitales-, aspiran a que la digitalización de la empresa incluya la telemedicina: modelos preventivos de eSalud, citas médicas a través del móvil, tele-visita médica, receta electrónica o envío de medicamentos. Ya empiezan a surgir iniciativas de apoyo médico/psicológico y prevención de la salud para empresas.

Y, por último, se pide revisar la excesiva carga de trabajo que ha generado para muchos empleados la pandemia. Las cifras hablan de burnout y agotamiento emocional en el trabajo. Ya te hablamos en noviembre de “La gran renuncia”, el fenómeno ocurrido en EEUU durante la pandemia, cuyos efectos de estrés y sobrecarga laboral provocaron la dimisión del trabajo del 2,7% de la fuerza laboral. De nada sirve implementar medidas de bienestar si no se vuelve a una exigencia razonable de trabajo.

En nuestro estudio hemos detectado, especialmente, que los factores que generaban cansancio y estrés en los inicios de la pandemia siguen presentes. Quizás ya no en forma de emergencia, de la que podemos salir a fuerza de adrenalina, pero sí con la sensación de tener que estar siempre alerta. La suma de pequeñas pero constantes crisis cotidianas es lo que “quema” a las personas.

Es el momento de escuchar. De orientar la cultura organizacional a las personas. Desde el área de Recursos Humanos ya se está trabajando en esta dirección, con especial atención a los riesgos psicosociales. Pero los estudios mencionados demuestran, ante todo, que “bienestar” es para la mayoría sinónimo de flexibilidad y de atención a las necesidades personales.

Iniciativas para apoyar el bienestar

Según el informe de Adecco, “Nuevas tendencias en empresa saludable”, una empresa saludable es aquella que “convierte el lugar de trabajo en espacios confortables, agradables y saludables que sirvan a los empleados como aliciente para afrontar la jornada laboral y aumentar la eficacia y eficiencia de las organizaciones”.

Nuestro estudio demuestra que la mayoría de las organizaciones cuenta con acciones que promueven el bienestar de una manera regular.

Sin embargo, la opinión de las direcciones de área contrasta con la de recursos humanos, siendo mucho más crítica. Esta diferencia de criterio puede ser resultado de varios factores:

  • Las medidas adoptadas no encajan con la nueva realidad
  • Los planes son generalistas e impersonales y no satisfacen las necesidades de las personas
  • Desconocimiento de lo que implican las medidas y lo que cuestan a la organización (no se comunica adecuadamente)

El dato más llamativo es la falta de soporte percibido con relación al bienestar emocional.

En el estudio de Cobee aparece un 63% de personas que consideran que sus empresas les prestan poco o ningún apoyo en su bienestar emocional.  Nuestro estudio confirma esta percepción. El bienestar emocional aparece como una importante preocupación, pero se perciben pocas acciones para atender este tema.

Algunas empresas con las que colaboramos han puesto en marcha:

  • Talleres para la autogestión de la salud física y emocional, con herramientas que permitan desarrollar la capacidad de autogestión.
  • Servicios de atención telefónica u online para soporte individualizado, apoyados en metodologías de mentoring y coaching.
  • Grupos de apoyo que sirven como red de soporte cuando es necesario. La inteligencia colectiva también se puede poner al servicio del bienestar.

La clave para que cualquiera de estas acciones sea efectiva es que responda a las necesidades particulares tanto como sea posible, y a la vez promueva la participación activa del colaborador (learning by doing), a fin de adquirir nuevos hábitos y habilidades que le ayuden a conseguir un mayor bienestar.

Nos queda claro que las personas han hecho un camino en la consciencia de lo que esperan de su entorno laboral. El bienestar en el trabajo no es solo un tema de entorno físico. El foco actual está puesto en la calidad de las relaciones, la calidad del liderazgo y el tipo de cultura y valores de la organización

Conseguir una empresa saludable requiere conocer perfectamente las necesidades reales de las personas que la conforman y el compromiso firme de todas las partes, equipos y dirección, para impulsar la transformación y poner a las personas en el centro de sus organizaciones.