Algunas personas temen irse de vacaciones por lo que se pueden encontrar a la vuelta.
Al final deciden cerrar los ojos e irse sin pensar, con el secreto temor de que a la vuelta el efecto de las vacaciones les va a durar poco. Pero esto se puede evitar planificando las vacaciones, ¡y disfrutando con este plan!
Si eres líder de un equipo, sabes que recargar pilas de verdad es especialmente importante.
Una buena gestión previa, y durante, te ayudará a un mejor regreso. ¡Vale la pena!.
Recientes informes sobre Seguridad y Salud en el Trabajo en España revelan que el 60% de los trabajadores experimentan algún grado de burnout, y que el 30% considera que las vacaciones no son suficientes para recuperarse completamente del estrés laboral.
¿Qué puede ayudarte a que la vuelta al trabajo no sea tan estresante?
Estos 5 consejos pueden ayudarte a que la transición sea más suave y menos estresante. Elige alguno de ellos, haz la prueba y comprueba los beneficios:
1. Planifica tu regreso antes de salir de vacaciones
Cuando hablamos de desarrollo de personas, decimos que el 70% del aprendizaje ocurre en la práctica profesional (lo demás ocurre a través de formación estructurada o mentoring, la gran mayoría es práctica).
Como líder de tu equipo, tus vacaciones pueden ser un buen momento para delegar de forma ordenada y aprovecharlo como una oportunidad de desarrollo.
Si tus colaboradores lo ven como un simple “reparto de problemas” antes de marcharte, no será nada estimulante. Si lo prevés con algo de tiempo y esto forma parte de la conversación de desarrollo, puede ser una muy buena oportunidad, y al regresar, puedes aprovechar para continuar el proceso de aprendizaje revisando cómo fue la experiencia.
Antes de irte, organiza tu agenda para tener claro qué tareas tendrán prioridad cuando regreses. Esto te ayudará a tener una visión más exacta de lo que te espera y evitar el caos del primer día de vuelta.
2. Establece un periodo de transición
A veces, volver al trabajo de golpe puede ser abrumador. Por eso, trata de establecer un periodo de transición suave.
Por ejemplo, si es posible, no dejes programadas reuniones importantes el primer día. Tu prioridad ese primer día es tener tiempo para reconectar con los temas y organizar la semana. Si eres responsable de un equipo puede tener una reunión con ellos de puesta a punto y reconexión.
Otra estrategia que funciona es llegar un poco antes a la oficina para organizar tu espacio de trabajo o simplemente para revisar sin prisas el correo electrónico.
Un periodo de transición te ayuda a reincorporarte de manera gradual, a minimizar la sensación de estrés y a ajustar tu ritmo de trabajo de forma más natural.
3.Mantén los hábitos saludables
Para muchas personas las vacaciones son un momento de saltarse todas las rutinas (hay ganas de ello, sin duda) y con esto dejan de lado el esfuerzo que han hecho durante el resto del año para establecer hábitos saludables.
Te proponemos verlo de otra manera. Aprovecha las vacaciones para meter esa pequeña dosis extra de energía que requiere crear un nuevo hábito. No lo veas como una obligación, piensa que dispones del tiempo y la energía necesarios para comenzar, o reforzar, una pauta que te hace bien.
Mantener hábitos saludables durante y después de las vacaciones mejora tu estado físico y mental para regresar al trabajo con una actitud positiva y energía renovada.
4. Reflexiona sobre tus logros y objetivos
En el día a día no solemos tener tiempo de parar para pensar.
Las vacaciones pueden ser un buen momento para reflexionar sobre lo que hemos logrado y establecer nuevos objetivos.
Especialmente interesante es hacer esto en un contexto totalmente diferente, quizás paseando en la naturaleza. Desde un estado de ánimo calmado y conectado contigo mismo/a, se llega a reflexiones diferentes.
Reflexionar sobre los logros puede aumentar nuestra autoestima y confianza, y fijar nuevos objetivos nos ayuda a mejorar el enfoque y la productividad.
5. Mantén la comunicación abierta
Antes de irte, informa a tu equipo sobre tu ausencia, ponles al día sobre los proyectos en marcha y, si es necesario, deja instrucciones claras sobre cómo manejar posibles problemas en tu ausencia. Al regresar, ponte al día con ellos para saber qué ha ocurrido mientras no estabas y cómo puedes retomar los temas de manera efectiva.
Como líder, es una buena ocasión para dar ejemplo y tener una manera de funcionar basada en la comunicación fluida, que favorece un entorno de trabajo colaborativo y de apoyo.
Beneficios a largo plazo:
Prepararse adecuadamente para la vuelta al trabajo tiene otros efectos positivos a largo plazo:
- Mejora la salud mental
- Incrementa la productividad
- Fortalece las relaciones laborales
- Prolonga los beneficios del descanso
Las vacaciones están diseñadas para recargar nuestras energías, pero si no gestionamos bien nuestro regreso, podemos perder rápidamente esos beneficios. Al seguir estos consejos, podemos prolongar la sensación de bienestar y la energía que obtenemos durante el descanso.
Prepararse adecuadamente para la vuelta al trabajo puede marcar una gran diferencia en nuestro bienestar y nuestra productividad.
Recuerda que el objetivo es mantener el equilibrio y disfrutar tanto del trabajo como del descanso.
¡Felices vacaciones y un buen regreso al trabajo!