En los últimos años, el bienestar en el trabajo se ha convertido en una prioridad para las personas y en un factor estratégico para las empresas.

Tenemos datos que confirman, como ha destacado un estudio realizado por McKinsey & Company, que las empresas que invierten en el bienestar de sus empleados tienen un 20% más de probabilidad de aumentar su productividad.

Por otro lado, un estudio realizado por la consultora Gallup en 2023 reveló que un 81% de los empleados consideran que el bienestar en el trabajo es esencial para su desempeño laboral, lo que incluye tanto el bienestar físico como el emocional, mental y social. 

Desde Cataliza, hemos querido consultar la opinión de nuestros contactos en las direcciones de recursos humanos y de las áreas funcionales, para conocer su percepción actual acerca de las preocupaciones de los colaboradores y las iniciativas que realmente valoran en materia de bienestar.

 

Datos

A continuación, analizamos los datos recogidos y las tendencias emergentes sobre este tema crucial.

  • ¿Hasta qué punto tu organización ha emprendido acciones para promover el bienestar?

Es notable la mejoría entre los resultados de este año comparados con los recogimos en 2021. Para una amplia mayoría (74%) su empresa está haciendo acciones de forma regular y valoradas positivamente, en contraste con el dato del 2021 (54%). 

El cuidado del bienestar ya forma parte de los objetivos de la gestión de personas y no se trata solo de una reacción puntual.

Además, no hay una diferencia importante entre la percepción desde recursos humanos y la del resto de las áreas, lo que parece indicar que se ha hecho un esfuerzo para visibilizar y hacer accesibles estas acciones al resto de la organización.

  • ¿Cuáles son las iniciativas más valoradas para promover el bienestar en el trabajo?:

La flexibilidad horaria y teletrabajo se mantienen como las dos iniciativas más valoradas; en clara relación con la necesidad de conciliar, de encontrar mecanismos para equilibrar la vida personal y profesional. 

Otras acciones que se han valorado tienen que ver con la necesidad de contar con herramientas y apoyo para gestionar las exigencias del día a día:  soporte individual (15%), formación en gestión emocional (11%) y actividades físicas como el deporte o el yoga (11%).  

Este abanico de iniciativas destaca las dimensiones individual y colectiva del bienestar laboral. Por un lado, la empresa tiene la responsabilidad de asegurar un entorno laboral que favorezcan el bienestar, y por otro, es necesario favorecer el desarrollo de cada persona en habilidades de autogestión de su propia salud, a través de la formación y el mentoring, por ejemplo.

El bienestar es una responsabilidad compartida, en la que interviene la organización, los líderes y los propios colaboradores.

Veamos la estrecha relación entre las iniciativas valoradas y las preocupaciones actuales, objetivo central de esta encuesta. 

  • Principales preocupaciones de las personas acerca del bienestar en el trabajo:

• La conciliación se mantiene de forma destacada como la principal preocupación de las personas (25%)   

• El estrés y la salud emocional, es el segundo factor, con un (19%)   

• Este año aparece como tercera preocupación las cargas de trabajo (15%)

Aunque las personas han valorado positivamente las iniciativas tomadas por su organización en cuanto a flexibilidad y teletrabajo, la conciliación sigue siendo la primera preocupación. ¿Por qué sigue ocurriendo esto? 

Entendemos que las pautas generales, por buenas que sean, no responden de la misma forma a las inquietudes de todos. 

El teletrabajo es un claro ejemplo, lo que para muchos es una solución, para otros puede constituir una clara amenaza como invasión a su vida personal. 

Es fundamental conocer las necesidades específicas de las personas y facilitar/ capacitarlas para que desarrollen habilidades y hábitos saludables.

 

El bienestar emocional aparece como la segunda preocupación. A pesar de que se percibe un aumento en las iniciativas de soporte y gestión emocional estas no parecen ser suficientes. Cabe revisar la manera en que estas herramientas o recursos se están haciendo llegar a los colaboradores. 

También es importante considerar un problema que ha ido ganando protagonismo, el aumento de las cargas de trabajo, que está generando mayor cansancio y estrés. 

 

Conclusiones

Los resultados de la muestra indican que las personas son más conscientes del equilibrio que desean entre su vida personal y profesional, y que sigue siendo un tema pendiente en las organizaciones. 

La implementación de la flexibilidad horaria y el teletrabajo, si bien son valoradas positivamente, no han sido suficientes. 

La conciliación sigue siendo un reto porque no se trata solo del tiempo que pasamos en nuestra jornada laboral, también de la calidad de vida que tenemos en ella. 

Las cargas de trabajo aparecen como un factor que debe atenderse. La sensación de cansancio y estrés constante no sólo puede afectar la vida personal, conocemos el coste que el agotamiento de los colaboradores tiene para la organización: falta de planificación y reflexión, dificultad para encontrar soluciones innovadoras, irritabilidad, apatía o escepticismo ante los cambios.  

Recomendaciones

1. Ampliar las medidas de conciliación, incorporando factores claves como el ajuste de las cargas de trabajo y la mejora en la gestión del tiempo y los proyectos. El teletrabajo por sí mismo no resuelve los problemas de sobrecarga ni el estrés. 

2. Preparar a los/las líderes en la gestión emocional propia y la de sus equipos. Si bien es cierto que cada persona debe comprometerse con el desarrollo de sus habilidades. Los/las líderes son claves por su papel en la creación de un clima laboral positivo, por ser modelos de autocuidado y por su rol al acompañar a sus colaboradores en momentos críticos.

3. Promover mayor consciencia, tanto en líderes como en los equipos, de la importancia del descanso adecuado como pauta de salud y efectividad. Acompañado de un entrenamiento que facilite que las personas incorporen nuevos hábitos de forma sencilla y sostenible. 

4. Promover más iniciativas de atención individualizada, que den un espacio confidencial a las personas y en el que puedan expresar y gestionar sus situaciones específicas. 

5. Ofrecer herramientas de autogestión del bienestar físico y emocional, a todos los niveles de la organización. Nuestra experiencia nos ha mostrado que estas herramientas son muy valoradas y tienen un impacto positivo en personas de todo tipo de funciones y niveles jerárquicos, sobre todo cuando se asegura la implementación con el acompañamiento adecuado.   

Esperamos que estos datos y recomendaciones sirvan para impulsar a las personas y las organizaciones a seguir apostando por el bienestar y el equilibrio sostenible de sus proyectos empresariales, en los que las personas son el factor diferencial del éxito.