¿Te parece que el trabajo se multiplica, las jornadas se alargan y que hagas lo que hagas nunca es suficiente? No es sólo una sensación, sigue existiendo la creencia de que «necesitamos trabajar más duro para ser más productivos». En algunos casos, el sobretrabajo se ha convertido en parte de la cultura organizacional, fomentada por los propios líderes, ya sea consciente o inconscientemente.
En este artículo responderemos varias cuestiones:
¿Cómo detectamos esta “enfermedad”?
¿Qué impacto tiene en las personas y las organizaciones?
¿Qué papel tienen los líderes?
¿Qué puedes hacer como líder para promover un entorno laboral saludable?
Señales de una Cultura de adicción al trabajo
Existen indicios claros que nos alertan cuando una organización ha adoptado una cultura de adicción al trabajo o workaholismo:
- Cuando todo se trata como si fuera una crisis. Se trabaja en un estado constante de alerta y urgencia.
- Se exige un esfuerzo adicional a los equipos de forma continua.
- Se aceptan compromisos que son inasumibles.
- Se difuminan los límites entre el espacio laboral y personal.
- Se recompensa y valora exclusivamente el sacrificio y la dedicación extrema.
- Las “historias” que se cuentan dentro de la organización refuerzan el sobretrabajo como un valor.
Si en tu organización se dan alguna de estas señales, te interesa seguir leyendo.
El Impacto en las Organizaciones
A simple vista puede parecer que trabajar más aumenta los resultados, sin embargo, estudios recientes demuestran que el agotamiento generado por el workaholismo tiene un impacto negativo: el compromiso de las personas disminuye y aumentan: los conflictos, las bajas laborales, los errores…, como resultado, la eficiencia y la productividad se reducen.
El Impacto en las personas
- Salud mental: El workaholismo está claramente vinculado a mayores tasas de ansiedad, depresión, estrés crónico, burnout o agotamiento emocional, lo que afecta su bienestar y rendimiento.
- Salud física: Trabajar en exceso incrementa el riesgo de accidentes cerebrovasculares, enfermedades cardíacas y otros problemas de salud como insomnio y trastornos gastrointestinales.
- Calidad de vida: El trabajo excesivo reduce la satisfacción personal, lo que impacta negativamente en las relaciones personales y el bienestar general.
Estos datos refuerzan la necesidad urgente de facilitar y promover, desde las empresas, el equilibrio entre el trabajo y la vida personal, para garantizar la sostenibilidad del proyecto empresarial y asegurar un impacto positivo en los resultados y el entorno.
Cambio de enfoque hacia el Bienestar
Es un hecho que, en los últimos años, las empresas son más conscientes de la importancia de la salud física y psicológica de los empleados. Las encuestas de clima laboral y otros mecanismos han permitido a las organizaciones identificar el impacto negativo de la cultura del sobretrabajo, y como resultado, se han implementado programas de liderazgo y bienestar, con el objetivo de asegurar un entorno laboral saludable.
No obstante, sigue existiendo un amplio margen de mejora, muchos empleados siguen percibiendo estos esfuerzos como insuficientes, con comentarios del tipo: «todo esto está muy bien, pero no cambia nada mi día a día». Y es que, en este cambio de enfoque, el rol del/de la líder es fundamental.
El Rol del/de la Líder en la Transformación
El/la líder tiene una gran capacidad de influencia. Las relaciones que establece con su equipo, su forma de comunicarse y de actuar, las decisiones que toma y el modo en que lo hace, en definitiva, su estilo de liderazgo marca la diferencia e impacta directamente en las personas con las que trabaja, por lo que su papel es fundamental a la hora de asegurar un cambio de enfoque hacia un entorno de trabajo más saludable.
Si eres líder de un equipo, párate un momento y reflexiona en estas cuestiones:
- ¿Qué estoy haciendo como líder para propiciar un cambio?
- ¿He evaluado mi propia relación con el trabajo?
- ¿Cuáles son los patrones de comunicación que promuevo con mi equipo?
- ¿Qué expectativas tengo sobre el rendimiento de mi equipo?
- ¿Qué estilo de liderazgo estoy practicando y promoviendo?
- ¿Existe coherencia entre lo que digo y lo que hago?
¿Qué Puedes Hacer Como Líder?
Una buena estrategia es comenzar con pequeños cambios que generen un impacto positivo y usar métricas que muestren los avances. Los resultados tangibles ayudan a cambiar la mentalidad dentro de la organización.
Estas son algunas recomendaciones que puedes implementar como líder:
- Predica con el ejemplo: Si fomentas el equilibrio entre vida personal y laboral, asegúrate de ser el primero en respetar horas de descanso y desconexión.
- Cuida los patrones de comunicación: Rompe con la rutina de enviar correos electrónicos a cualquier hora. Utiliza la tecnología para advertirte y evitar hacerlo fuera de horario.
- Reconoce y recompensa: Reconoce y valora los comportamientos de las personas de tu equipo que fomentan el equilibrio entre el trabajo y la vida personal.
- Desarrolla softs skills como la empatía y la comunicación efectiva, juegan un rol fundamental en esta transformación. Recuerda que el liderazgo no se trata solo de conocimientos técnicos, sino de cómo te relacionas y conectas con los demás.
La transformación cultural hacia organizaciones saludables requiere tiempo y un liderazgo comprometido con el cambio. Las empresas que apuesten y desarrollen líderes preparados para guiar y cuidar a sus equipos, podrán enfrentar con éxito los retos cada vez más complejos.
“El buen líder no busca ser el mejor del equipo, si no que su equipo sea el mejor”
Pere Rosales